En 1987 sale a la luz el primer número de la Revista de Ciencias Médicas La Habana, publicación que se crea para difundir el quehacer científico técnico de los profesionales y técnicos de la salud en nuestra provincia.

En 1999 la Revista de Ciencias Médicas La Habana se convierte en una publicación electrónica a la que posteriormente le son otorgados dos ISSN, uno para la versión impresa, ISSN 1012-0076 y otro para la electrónica, ISSN 1810-4363; además comienza a ser procesada por la base de datos CUMED y a ser visible en el portal de la salud de Cuba, INFOMED, a través de la página de revistas médicas cubanas. Por la calidad que alcanza esta publicación en el 2008 obtiene el sello de calidad de la Web Médica Acreditada que otorga el Colegio de Médicos de Barcelona, España. El 12 de enero del 2009 recibe el certificado de calidad del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente, sello CUMED y posteriormente se solicitan los datos de la misma con vistas a incluirla en la red Scielo y en la base de datos de EBSCO.

En el 2011 al dividirse la provincia  La Habana y surgir las provincias de Artemisa y Mayabeque como una necesidad de identidad se solicita el cambio de nombre de la revista. En el 2016 adopta el nombre de Medimay como publicación continuadora de la anterior, ahora con un nuevo número de ISSN (2520-9078) y de RNPS (2441).

Historia sobre la imagen en el cabezal de la revista:

La Bella Durmiente de Madruga

Los elementos aborígenes han ido pasando de generación en generación, mezclándose con otros mitos de origen europeo o africano.

Según investigaciones arqueológicas del grupo Espeleoarqueológico Copey de Madruga, en este municipio mayabequense ha sobrevivido la leyenda de Baiguana.

Cuentan que era una india tan bella que enloquecía a los hombres, al punto de que estos dejaban de sembrar, cazar, pescar…Preocupado el cacique Maguana, fue al río Jibacabuya a pedirle consejo a la boca de agua del Dios Murciélago, quien le regaló un pescado mágico para que se lo brindara a Baiguana. Cuando ella lo comió, se recostó y se quedó dormida frente a su bohío bajo la luna llena.

Allí quedó para siempre Baiguana convertida en montaña, que al ser vista desde lejos recuerdan a una mujer dormida.

Extraído de http://www.radiomayabeque.icrt.cu/es/especiales/tradiciones/87-la-bella-durmiente-de-madruga