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Revista de Ciencias Médicas La Habana 2009; 15 (1)

POLICLINICO DOCENTE “NOELIO CAPOTE”. JARUCO

SOTOLONGO LYNCH, VIDAL

Dra. Alicia Bravo Hernández

Especialista en I grado en MGI y Dermatología. Profesor Asistente

Un rasgo fundamental en la trayectoria del Dr. Vidal Sotolongo Lynch lo constituyó la amplia capacidad de combinar el afán investigativo a la praxis médica, fuente primigenia de su notorio proceso de aprendizaje y de su indiscutible capacidad de análisis.

Al doctor  Sotolongo  Lynch tuvo que crecer y desarrollarse como profesional bajo la condición opresora del yugo colonial español, su posición anticolonial lo llevó a la cárcel, viéndose interrumpidos  de ese modo sus estudios sobre serias y complejas enfermedades que azotaban las poblaciones de aquel entonces1.

Sin dudas la valiosa proyección de su intervención en el campo del saber médico queda enriquecida por algunas publicaciones que realizó, y entre las cuales cuentan: Patogenia de la lepra (1906); Consideraciones acerca de los prejuicios de la adulteración de la leche  (como determinante de las diarreas, de la primera infancia, 1906); y Picadura de abeja (1909).  Todos estos trabajos fueron publicados en Crónicas Quirúrgicas de la Habana, pertenecientesa  Tipografías Roces y Pérez, localizadas en la calle muralla, perteneciente  ala zona antigua de la ciudad d la Habana.

Estas publicaciones citadas anteriormente tienen un formato  metodológico semejante, son textos conformados por un promedio de entre  nueve y once páginas, sin que en ellas  aparezcan imágenes o estadísticas; lo que destaca en ellas es la presencia de un estilo a través de cuya precisión cada claro el objetivo que persigue cada tema ,apoyado por un profundo rigor científico, y con el respaldo de claras posiciones éticas  que de algún modo enriquecen la trayectoria histórica de la Medicina Cubana.

En su investigación sobre la adulteración de la leche, que data del año mil novecientos seis, es explícito sobre el papel que debe desempeñar el médico como hombre de ciencia, en el proceso de las reacciones biológicas para demostrar sus conceptos en torno a la verdad; en ese contexto el Dr Sotolongo diserta sobre los valores nutritivos de la leche, y también califica de criminales a aquellos que la adulteran e influyen en la muerte de algunos sectores de la población infantil, además aprovecha para alertar a las autoridades de la magnitud que dicho problema pudo haber alcanzado; seguidamente da una explicación sobre las reacciones fisiológicas que acontecen en el organismo infantil a causa de la adulteración o beneficio  en el consumo de este alimento 2.

Se puede decir que los propósitos  de dicha publicación mantienen su vigencia, porque además de criticar y castigar a quienes alteran el alimento mencionado, en función del lucro personal, se valoriza la importancia del mismo, que fue calificado por el Dr. Sotolongo como “néctar de vida”. En la actualidad en nuestro medio social, el estado cubano mantiene una estricta vigilancia al control de la calidad, fabricación y suministro  de la leche, por lo que se puede afirmar que sus principios éticos confluyen con los defendidos  hace más  de un siglo por nuestro ilustre médico.

En otras de sus publicaciones, en esta ocasión sobre la patogenia de la lepra, del año mil novecientos seis, el autor hace derroche de sensibilidad humana y rigor profesional antes quienes padecen dicha enfermedad, en  el transcurso de esa disertación muestra su deseo y esperanza de salvar a la raza humana de ese mal. En una crítica radical, el Dr. Vidal Sotolongo pone de manifiesto la carencia de un tratamiento eficaz en la cura de los leprosos, hasta dicho momento, a pesar de los múltiples esfuerzos que habían realizados los médicos en Cuba y otras muchas naciones, esfuerzos que a su vez elogia con respeto, y sentida admiración producto de la seriedad que habían caracterizado a dichas investigaciones.

En su texto el médico habanero describe las alteraciones fisiológicas que se producen en la mucosa nasal al penetrar el microbacterium Leprae, así como el inconveniente, en la primera fase de la enfermedad de no presentar síntomas en algunos pacientes. Más adelante  continua caracterizando la anatomía de la región nasal para demostrar los cambios que acontecen durante la infestación  en esa zona. También somete a consideración el periodo de incubación, describiéndolo como muy largo, que puede extenderse hasta los siete años, por lo que calificó a la lepra como una enfermedad de marcha  lenta. Esa  publicación tuvo una gran significación en aquella época, pues en esos momentos existía en Cuba una elevada incidencia de la lepra, dolencia que no ha dejado de ser un complejo problema de salud en algunos países; en el nuestro afortunadamente se ha reducido a un caso cada diez mil habitantes, lo cual habla del trabajo sostenido y riguroso de nuestro ministerio de salud pública y de la implementación del programa nacional de control de la lepra, y  de otras medidas para erradicar ese tipo de epidemias 3.

El sentido de tal investigación se completa por la trascendencia que ha tenido hasta el presente el conocimiento adquirido por trabajo del Dr Sotolongo, y sus colegas sobre esta patología; sobre todo en lo referente a los primeros síntomas, signos de la enfermedad, y al periodo de incubación, así como otros aspectos que incluyen  el papel de la clínica para el diagnóstico, la contagiosidad, y el hecho de valorizar humanamente al paciente. En realidad el Dr Sotolongo no estaba tan solo como pensaba en esta batalla, porque numerosos científicos en todo el mundo han dado su aporte para esclarecer las lagunas que al respecto existían.

Refirámonos ahora a otras de sus investigaciones, se trata de La picadura de abeja, publicada en mil novecientos nueve, en esta ocasión el Dr Sotolongo Lynch nos introduce al tema a través de un hecho real, demostrando una vez más el papel del médico como observador de la vida cotidiana. Sotolongo nos va desglosando un accidente de la picadura de una abeja, haciendo una descripción detallada de las reacciones que esta puede provocar, agrega además un a convincente explicación fisiológica del porque de las mismas, sin dejar a un lado un seductor bosquejo por el apasionante reino de las abejas y del beneficio que reportan a la salud humana los productos derivados de su actividad 4.

Podemos afirmar que este tema goza de mucha actualidad, en gran medida promocionado por auge de la medicina verde y los productos naturales, que han retomado una posición privilegiada en la cultura médica popular, de los cuales forman parte : la miel de abeja, la jalea real, el propóleo, y la cera, en otros; de preferencia a nivel mundial ,por su valor nutritivo y terapéutico, y su uso en la fabricación de cosméticos, cada día se amplía más la información en este campo, sin dejar de la mano el cuidado y las técnicas empleadas por los apicultores para la realización de su trabajo.

El  cúmulo de investigaciones que se han realizado a través de un siglo han permitido enriquecer  los conocimientos relacionados con la picadura de la abeja, el manejo del edema de la Glotis, y el shock anafiláctico general, una situación bastante compleja a la cual hizo amplia referencia el Dr Vidal Sotolongo.

En la actualidad se puede calificar de privilegiada la situación de nuestro sistema médico, el cual tiene creado todas las estructuras necesarias para ser considerado como uno de los más avanzados del mundo, tanto desde el punto de vista del potencial humano, como desde un avanzado instrumental científico-técnico. Por todo esto se puede decir que nuestra medicina ha elevado al máximo su eficacia preventivo-curativa y la atención a la integridad psicológica de los pacientes. Hay que resaltar en este proceso la definitiva colaboración de la población.

Sirva el ejemplo del Dr Sotolongo Lynch para hacernos reflexionar sobre la importancia y repercusión que poseen las investigaciones médicas, en cualquier época o lugar donde se realicen, y la necesidad de su promoción y divulgación para que estos conocimientos puedan propagarse por todo el mundo, y ser utilizados para el desarrollo de la ciencia en beneficio de la sociedad.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
  1. Gonzáles Prendes. MA. Historia de la lepra en Cuba. La Habana: Artes Gráficas; 1963.
  2. Sotolongo y Lynch V. Consideraciones  acerca de los prejuicios de la adulteración de la leche como determinante de la atrepsia y las diarreas de la primara infancia. Crónica Médico Quirúrgica. 1906; 21.
  3. Sotolongo y Lynch V. Patogenia de la lepra. Crónica Médico Quirúrgica. 1906; 22.
  4. Sotolongo y Lynch V. Picadura de abeja. Crónica Médico Quirúrgica; 1909.

Dra. Alicia Bravo Hernández
E-mail: alicia.bravo@infomed.sld.cu

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