El hombre como ser biopsicosocial es una consideración teórica del paradigma médico-social, incorporada a la concepción de las actuales políticas y estrategias de salud, que alcanza particular relevancia en nuestro país, con la creación y puesta en práctica del Sistema de Atención Primaria de Salud.
Sin dudas, la necesidad de tomar en cuenta no sólo los factores biológicos en la comprensión y tratamiento de los problemas de salud, está asociada a la prevalencia de enfermedades relacionadas con inadecuados hábitos comportamentales. Esta realidad demanda que las personas se apropien de conocimientos, habilidades, valores, que le permitan controlar sus hábitos y las condiciones del entorno que perjudican su salud, lo cual requiere concebir a las personas como sujetos que regulan su salud y considerar ¨los comportamientos de salud como subcomponentes de sistemas ambientales y sociales más amplios¨1(Eward, 1991).
Por otro lado existen múltiples factores que ponen en crisis la tradicional concepción del profesional de salud como esclarecido propietario del saber, lleno de certezas, que dicta lo que se va a informar, lo que se debe o no hacer; y nos enfrenta ante otro que interactúa con individuos, familias y otras agrupaciones humanas con acceso a diversas fuentes de información sobre salud, multiplicidad de creencias, representaciones y expectativas que no admiten ser ignoradas.
La lógica del análisis pudiera poner en evidencia la obsolencia de la arraigada concepción curativa, asistencialista y paternalista, que ha caracterizado, por mucho tiempo, la manera de pensar y actuar de los profesionales y decisores de las políticas de salud sobre los fenómenos relacionados con el proceso salud-enfermedad; y en correspondencia, la necesidad de un cambio de miradas y puesta en práctica de estrategias con enfoque multidisciplinario, pluricausal, contextualizado y participativo, que valoren y reconozcan el papel de los procesos sociales y psicológicos que participan, de múltiples formas, en esa compleja e importante esfera de nuestra existencia que constituye la salud.
Por supuesto, el cambio de visiones y prácticas no se produce generalmente de forma inmediata, pero resulta imprescindible para las ciencias de la salud considerar la dimensión de los factores psicológicos y sociales en los problemas que le atañen, así como contribuir eficazmente, a que los individuos, grupos y comunidades enfrenten los problemas de sí mismos y su entorno, de forma saludable.
Lic. Maria Elena García López
Licenciada en Psicología. Profesor Auxiliar
E-mail:mariaegarcia@infomed.sld.cu