Dr. Rolando Martínez López1, Dr. Norlan de la Cruz Alfonso1,Dr. Osvaldo Díaz-Canel Fernández1
Los métodos actuales de tratamiento de la acalasia tienen por objetivo disminuir el tono del esfínter esofágico inferior para que éste permita el paso del bolo alimenticio durante la deglución. El tratamiento endoscópico de la acalasia esofágica es el más utilizado mundialmente. Se realiza una revisión actualizada sobre los diferentes métodos endoscópicos y su eficacia según la bibliografía especializada consultada.
Descriptores DeCS: ACALASIA DEL ESOFAGO/ terapia
Ninguno de los tratamientos disponibles hoy en día revierten
las anormalidades que se relacionan con la acalasia esofágica, por tanto,
todas las conductas terapéuticas están encaminadas a disminuir
la presión del esfínter esofágico inferior (EEI) para liberar
la obstrucción del esófago distal y así permitir el paso
del material deglutido1.
Dado que la regeneración de los cambios neuronales es hasta ahora imposible,
el tratamiento de esta enfermedad se considera paliativo, persiguiendo como
único objetivo la ruptura de las fibras del esfínter sea cual
sea el instrumento utilizado.
El tratamiento endoscópico incluye 3 variantes fundamentales :
Los primeros reportes que se conocen sobre esta conducta en
el tratamiento de la acalasia esofágica datan de 1682 cuando Thomas Willis
ideó una bujía dilatadora con hueso de ballena a la cual se le
colocó una esponja en el extremo distal2 .
Cuando comienzan a utilizarse los juegos de bujías de mercurio se emplearon
como conducta terapéutica en esta enfermedad, pero solo aportaban alivio
transitorio por lo que cayeron en desuso sobre todo por el surgimiento de otros
instrumentos.
En la década del 40 se construye y comienza a utilizarse el dilatador
de Starck Henning de la Karl Storz, instrumento semiflexible en su última
versión, que consta de un extremo distal con varillas metálicas
que se accionan por un mando en el extremo proximal, capaz de producir una dilatación
con diámetro de hasta 30 mm (90 Fr). En nuestro país fue introducido
a principios de la década del 70 por el Dr. Raimundo Llanio Navarro y
posteriormente utilizado por sus colegas los Dres. Orlando Nodarse Pérez
y Eduardo Manso Rodríguez, obteniendo buenos resultados al lograr una
respuesta clínica favorable 3.
Previa anestesia de la orofaringe con lidocaína en spray y sedación
endovenosa con demerol o diazepám, se realiza una revisión endoscópica
para precisar características del esófago, posteriormente se retira
el equipo y se pasa el dilatador de Starck bajo control fluoroscópico
o endoscópico con el objetivo de colocar el extremo expansible justamente
a nivel del cardias, accionándolo en varias oportunidades con la finalidad
de obtener el objetivo deseado mediante dilatación forzada .
Teniendo en cuenta que en nuestro medio constamos con casi 3 décadas
de experiencia en el empleo de este instrumento con resultados satisfactorios
y si conocemos que por razones económicas no se ha generalizado la utilización
de otros tipos de dilatadores de mayor aceptación a nivel mundial, así
como por no existir un trabajo que recogiera los resultados de la técnica,
se presenta en el año 1994 un estudio de seguimiento de 34 pacientes
tratados con el Dilatador de Starck en el Hospital Clínico Quirúrgico
Hermanos Ameijeiras y evolucionados durante 1 año desde el punto de vista
clínico, radiológico y endoscópico que demuestran el resultado
positivo de esta conducta; estableciendo criterios de buen pronóstico
cuando aparece dolor, sangrado y resistencia al accionar el equipo durante el
proceder. Se presentó 1 complicación (2.94 %) que resultó
una perforación de la porción intra abdominal del esófago
en una anciana de 73 años que resolvió finalmente con cirugía
convencional. El 2.25 % (2 pacientes) presentaron pirosis al finalizar el seguimiento4
.
Existen pocos reportes en la literatura sobre la utilización de este
instrumento, pero las cifras de resultados favorables oscilan entre 84.4 %-
100 % en series revisadas, con seguimientos de hasta 11.5 años5,6
.
Los dilatadores que emplean presión hidrostática aparecieron en
el mercado posteriormente y con resultados también favorables. La técnica
es similar, solo que el principio activo es por presión de agua dentro
de un balón alargado en el extremo distal del equipo, se realiza igualmente
bajo visión fluoroscópica o endoscópica persiguiendo el
mismo objetivo que el resto de las dilataciones bruscas. A pesar de no existir
abundantes reportes de series tratadas por esta técnica, se plantea una
eficacia entre 60-75 %, las perforaciones oscilan entre 2.2 y 2.4 % con mortalidad
por debajo del 1 % 6,7.
En la actualidad son las dilataciones neumáticas las que han acaparado
los estudios más amplios y su empleo se ha generalizado como terapéutica
de primera línea por considerarse un método efectivo y seguro
lo que ha desplazado a las dilataciones con dispositivos rígidos o semirígidos.
Aunque desde el punto de vista teórico es un proceder bien definido,
se describen una gran variedad de dispositivos y técnicas que dependen
de la preferencia y experiencia del endoscopista1,8 . Los dilatadores
se colocan en la unión esófago-gástrica (UEG) bajo visión
fluoroscópica, endoscópica o mediante guías de alambre,
después de ubicado se insufla durante períodos variables de tiempo,
con ello se logra alivio de los síntomas en el 75 % de los casos (rango
de 50-100 %) 9 y eficacia entre 65- 98 %.
La complicación principal como en toda dilatación
es la perforación, que se describe entre 1,4 -12,1 % en diferentes estudios
y la mortalidad es de alrededor del 0.6 %. Según un estudio publicado
10, el riesgo de sufrir una perforación está aumentado en pacientes
portadores de grados menores de megaesófago y en aquellos con historia
previa de dilatación neumática. Se sugiere como tercer mecanismo
la existencia de una zona de posible debilidad anatómica de la pared
del esófago en el sitio de la perforación, que eventualmente podría
ser estudiado por medio de la ecoendoscopia. La malnutrición se informa
como otro factor relacionado con esta complicación 11.
Otras complicaciones asociadas al tratamiento con dilataciones serían
la esofagitis por reflujo (7.5 %) cuando se produce una disminución importante
del tono del EEI 12, que pudiera llegar a la estenosis péptica aunque
esta es más frecuente en las miotomias que en las dilataciones 2,13.
El adenocarcinoma relacionado con el esófago de Barrett, secundario a
la enfermedad por reflujo se ha publicado en operaciones de Heller 14.
La bronco-aspiración no sobrepasa el 3 % 15.
Existen criterios de eficacia que pueden ser aplicados al tratamiento endoscópico
independientemente del método utilizado y que se relacionan a continuación
:
La toxina botulínica (TxBo) se ha utilizado con éxito
desde hace más de 10 años en el tratamiento de desórdenes
espásticos del músculo esquelético, en el estrabismo y
el blefaroespasmo asociado a distonias, en algunas distonias focales como la
tortículis, la distonia cervical craneal, en el hemiespasmo facial, disfonía
espasmódica y en algunas formas de temblor16-19 . En los últimos
años se ha incrementado su uso en el tratamiento de trastornos del músculo
liso gastrointestinal, entre ellos la acalasia 20-23.
En 1994, Pasricha publica el primer trabajo sobre el empleo de TxBo en inyección
local para el tratamiento alternativo con resultados alentadores 24,
basándose en su efecto bloqueador de la liberación de acetilcolina
a nivel presináptico, lo que favorece una disminución de la presión
de reposo del EEI al producir una denervación funcional a nivel muscular
25.
El proceder se realiza mediante una aguja de esclerosis, inyectando 80 U de
TxBo en los cuatro cuadrantes del EEI con eficacia probada entre 65 y 90 %.
Constituye una alternativa a corto plazo y se necesita repetir la sesión
cada seis meses a un año por lo que no es un proceder definitivo; en
cuanto a sus ventajas se plantea que no modifica la peristalsis y no se han
reportado complicaciones 22,26.
Existen otros productos utilizados en inyección a nivel del esfínter
para tratar de lograr una deglusión eficaz y entre ellas podemos citar
el Oleato de Ethanolamina y el Polidocanol 1 %, sustancias esclerosantes empleadas
con el objetivo de provocar una destrucción química de las fibras
musculares del esfínter y con ello reducir la ocurrencia de espasmos
a nivel del cardias gástrico. Existen descritas varias pautas de tratamiento
pero la más aconsejada es la inyección en dos puntos enfrentados
de la unión esófago-gástrica, las sesiones se repiten cada
dos semanas hasta la mejoría clínica y siempre que el estudio
endoscópico muestre abertura del cardias y ausencia de restos de alimentos
retenidos. Se exponen resultados iniciales de buena respuesta en el 95% de los
casos y en el 90% cuando se siguen por tres años. Entre los efectos secundarios
se reportan estenosis a nivel del sitio de inyección que han resuelto
con dilataciones neumáticas, dolor torácico y dorsal durante los
2-3 días posteriores al procedimiento cuando se ha utilizado ethanolamina
y aparición de reflujo gastroesofágico en el 13% de los pacientes
seguidos 27-29.
Es un proceder descrito por Ortega (endoscopista venezolano), quien publicó una serie con reducido número de casos, concluyendo como un proceder fácil, rápido y con resultados similares a la miotomía quirúrgica y las dilataciones neumáticas 30,31 pero que evidentemente no ha logrado buena aceptación como sucede con las dilataciones e inyecciones de sustancias si analizamos que no se han realizados nuevas publicaciones con el empleo de esta técnica.
¿ QUE HACER , TRATAMIENTO ENDOSCOPICO O CIRUGIA ?
Es obvio que la terapia endoscópica y la cirugía
actual proveen a largo plazo resultados similares, con posibilidad de mejoría
de los síntomas en cerca del 80 % de los pacientes y con muy baja morbimortalidad.
Personalmente creemos que la dilatación constituye el tratamiento primario
de elección en el 80 % de los casos. Las excepciones a la dilatación
como opción primaria son los grandes megaesófagos, la asociación
con grandes divertículos, las neoplasias de esófago y el antecedente
de historia de fallo a dos dilataciones neumáticas previas; aquí
sí la cirugía tiene su indicación primaria indiscutible.
No obstante, con el desarrollo de la cirugía laparoscópica y dadas
las ventajas que esta aporta, a corto y largo plazo, al combinar la miotomía
extramucosa con proceder antirreflujo, debemos considerarla como una alternativa
de primera línea y cada caso debe ser analizado de forma independiente
para brindarle la mejor opción.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
Esophagic achalasia up-to-date in the endoscopic treatment. Among the objectives of the recent methods in treatment of achalasia is to disminish the tone of the loweer esophagic sphincter to allow the passage of the large pill duriiing the degluttion. The achalasia endoscopic treatment is the most used all over the world. An up-to- date revision was done about the different endoscopic methods and its efficacy according to the specialized bibliography consulted.
Subjet headings: ESOPHAGEAL ACHALASIA/theraphy