Dr. Andrés Ernesto Rodríguez Cárdenas1, Dra. Marta Alba Pérez Valdez2, Dra. Susana Bergara Valdez3
Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo y transversal de todas las personas con conducta suicida comprendidos en el período de 1990 a 1999 pertenecientes al área de salud de Catalina de Güines. Se exploró relación entre intentos suicidas y suicidio consumado, variables sociodemográficas, factores de riesgo, factores desencadenantes y métodos empleados. Se utilizaron fuentes indirectas de información que arrojaron la existencia de 7 suicidios y 48 intentos suicidas. Predominó la procedencia urbana, femenina, obreros, piel blanca, no religiosos, escolaridad secundaria básica y el grupo etario de 15 a 49 años. Entre los factores de riesgo se destacó la presencia de antecedentes patológicos personales y familiares, entre los factores desencadenantes, conflictos de pareja, con otros miembros de la familia, enfermedades psiquiátricas y embriaguez alcohólica. La ingestión de psicofármacos y ahorcamiento fueron los métodos más empleados.
Descriptores DeCS: SUICIDIO/epidemiología.
El suicidio constituye un problema de salud de envergadura
en la mayoría de los países. En casi todas las estructuras sociales
la pérdida de la vida de una persona resulta en general dolorosa, pero
cuando esta pérdida depende de la propia autoaniquilación, resulta
además desconcertante y desestabilizadora para el entorno familiar y
social en que vivía el fallecido1.
En los países desarrollados de Europa y América del Norte el suicidio
figura entre los cinco y diez causas de difunción más importantes2.
Los datos obtenidos en investigaciones brindan pruebas para afirmar que las
personas que intentan suicidarse son jóvenes y por lo general mujeres
con trastornos de personalidad y perturbaciones situacionales. Otros añaden
el vínculo laboral la desocupación, los conflictos y antecedentes
de intentos suicidas o de suicidio en la familia como factores presentes en
este grupo de personas3-5.
En Cuba el suicidio se mantuvo en el sexto lugar en el cuadro de morbilidad
general entre 1986 y 1990, durante 1991 y 1992 ocupó el séptimo
lugar y desde el año 1993 se encuentra en el octavo escalón6-7.
Para mantener y reducir la tasa de intentos suicidas y suicidios es necesario
la identificación de los grupos de población, familia e individuos
expuestos a riesgo e incorporar en la estrategia de trabajo el papel y los recursos
de la comunidad8-9.
El examen preliminar del diagnóstico de salud del área, ubica
al suicidio y la conducta suicida entre las necesidades sentidas por la comunidad
y crea las bases para acometer la estrategia de intervención, constituyendo
un problema de salud a resolver10.
La investigación se propuso describir el comportamiento de la conducta
suicida, enfatizando en los intentos suicidas relacionados con suicidios consumados,
variables sociodemográficas, factores de riesgo, factores desencadenantes
y métodos empleados.
Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo y transversal
de todas las personas con conducta suicida comprendidas en el período
de 1990-1999 pertenecientes al área de salud de Catalina de Güines.
El universo lo constituyeron las personas con intentos de autodestrucción.
La muestra quedó conformada por 42 personas registradas por el departamento
de admisión y archivo del policlínico y las fichas familiares
de cada consultorio.
Se utilizó como fuente indirecta de información la encuesta epidemiológica
que con anterioridad le fue aplicada a cada persona que hizo un intento suicida,
antes de transcurridas 72 horas del hecho.
Los datos obtenidos fueron computados y analizados llegándose a las conclusiones.
Se evidenciaron 48 intentos suicidas; 32 (66.7 %) femeninos y 16 (33.3%) masculinos; 40 (83.3 %) del área urbana y 8 (16.7%) del área rural. Siete suicidios consumados; consumados; 4 (57.1%) masculinos y 3 (42.9) femeninos (tabla 1).
Tabla 1. Intentos suicidas y suicidios según año de ocurrencia, sexo y lugar de procedencia.
Fecha |
Intentos suicidas |
Total
|
Suicidios |
Total
|
||||||||||||||||
Femeninos |
Masculinos |
Femeninos |
Masculinos |
|||||||||||||||||
Urb |
Rur |
Urb |
Rur |
Urb |
Rur |
Urb |
Rur |
|||||||||||||
N |
% |
N |
% |
N |
% |
N |
% |
N |
% |
N |
% |
N |
% |
N |
% |
N |
% |
N |
% |
|
1990 |
3 |
6.3 |
1 |
2.1 |
2 |
4.1 |
- |
- |
6 |
12.5 |
- |
- |
- |
- |
1 |
14.3 |
- |
- |
1 |
14.3 |
1991 |
7 |
14.6 |
- |
- |
1 |
2.1 |
- |
- |
8 |
16.7 |
- |
- |
- |
- |
1 |
14.3 |
- |
- |
1 |
14.3 |
1992 |
2 |
4.1 |
1 |
2.1 |
1 |
2.1 |
- |
- |
4 |
8.3 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1993 |
2 |
4.1 |
- |
- |
2 |
4.2 |
- |
- |
4 |
8.3 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1994 |
2 |
4.1 |
- |
- |
1 |
2.2 |
- |
- |
3 |
6.3 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1995 |
- |
- |
3 |
6.3 |
2 |
4.1 |
- |
- |
5 |
10.4 |
- |
- |
1 |
14.3 |
- |
- |
- |
- |
1 |
14.3 |
1996 |
3 |
6.3 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
3 |
6.3 |
1 |
14.3 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
14.3 |
1997 |
- |
- |
2 |
4.2 |
3 |
6.2 |
- |
- |
5 |
10.4 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1998 |
3 |
6.3 |
- |
- |
3 |
6.2 |
- |
- |
6 |
12.5 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1999 |
2 |
4.2 |
1 |
2 |
1 |
2.1 |
- |
- |
4 |
8.3 |
1 |
14.3 |
- |
- |
2 |
28.5 |
- |
- |
3 |
42.8 |
Total |
24 |
50 |
8 |
16.7 |
16 |
33.3 |
- |
- |
48 |
100 |
2 |
28.6 |
1 |
14.3 |
4 |
57.1 |
- |
- |
7 |
100 |
Predominaron los grupos etáreos entre 15 y 49 años
y no se presentó antes de los 15 años. Los solteros 14 (33.4%)
seguido por los casados 11(26.1%) y divorciados 8 (19%).
Los que tienen escolaridad de secundaria básica 20 (47.6%) en 14 (33.3%)
obreros y 8 (19%) estudiantes y amas de casa respectivamente. Color de piel
blanca 38 (90.5%), los no religiosos 26 (61.9%) y en los religiosos, la católica
12 (28.5%).
En los factores de riesgo presentaron enfermedades diagnósticadas 34
( 81%), conformado por neurosis 8 (19%), retraso mental 7 (16,6%), trastorno
de personalidad 3 (7,1%), melancolía involutiva, hipertensión
arterial, alcoholismo, y demencia 2 (4,8%), epilepsia, meningoencefalitis, traumatismo
craneal, ulcera péptica y pérfigo 1 (2,4 %). No presentaron conmobilidad
8 (19%).
La referencia de antecedentes patológicos familiares fue tomado en 49
(84.5%), intentos suicidas, para un total de 58 familiares distribuidos en 16
(27.7 %)madre, 10 (17.7%) padre,8 (13.8%) hermanos, 7 (12.1%) tíos, 6
(10.2%) hijos y 2 (3.5 %) abuelos. Solo 9 personas no tienen antecedentes familiares.
Dicha morbilidad se diagnóstico en retraso mental 16(27.5 %), neurosis
15(25,9%), esquizofrenia 8 (13.8 %), trastorno de personalidad y diabetes mellitus
3 (5.2 %), melancolía involutiva 2 (3.4 %) alcoholismo y asma bronquial
1(1.7 %).
Entre los factores desencadenantes del intento suicida se destacaron los conflictos
de pareja 15 (35.7 %), disfunción familiar 8 (19 %), enfermedad psiquiátrica
5 (11.9 %), estado de embriaguez 3 (7.1 %), rechaza al servicio militar general
2 (4.8 %), fallecimiento de un hijo, soledad, problemas económicos, pérdida
de dinero en juego, hábito de psicofármacos y rechazo escolar
1(2.4 %).
Predominaron entre los métodos empleados la ingestión de psicofármacos,
30 (4.5 %), ahorcamiento 4 (9.5 %), ingestión de sustancias tóxicas,
lanzamiento de alturas, lanzamiento delante de un vehículo en movimiento
2 (4.7 %), fuego y arma blanca 1(2.4 %).
Se valoró el comportamiento de 48 intentos suicidios
en 42 personas y 7 suicidios consumados, infiriéndose que 6 personas
repitieron el acto. Varios autores coinciden en señalar que la mayoría
de los pacientes tienen antecedentes de intentos previos, señalando que
el 20 % de las personas que tienen historia de intentos suicida finalmente se
quitan la vida11. La tasa de suicidio tuvo valores decrecientes de
12.5 a 15.5 por 100 mil habitantes de 1990 a 1996, dato que coincide con valores
nacionales1-2, con un ascenso a 52.4 por 100 mil habitantes en 1999;
representado por 3 suicidios, sin factores de riesgo reconocidos por los familiares
entrevistados, se ha señalado que el intento de suicidio como el suicidio
consumado no solo ocurren en individuos enfermos10 al analizar la
relación intento suicida con suicidios consumados se observaron valores
de 6.8, 5.3 y 1.3; ubicándose en lugares inferiores a las estadísticamente
reconocidos de 10 a 15 intentos suicidas por suicidio consumado1.
lo que denotó un deficiente control de los mismos. Estudios nacionales
de 1999 informan valores nacionales de 5.3 y específicamente para la
Habana 4.8. Esto nos mostró un pobre control y desarrollo del programa
de prevención y control de la conducta suicida6.
En los intentos suicidas predominó el seno femenino residentes en el
área urbana. Se reporta mayor incidencia; en la mujer que entre los hombres,
en el área urbana que en la rural. Los grupos etáreos se ubican
de 15 a 49, sin embargo en otros estudios locales 5 o estadísticas nacionales
lo ubican entre 15 y 25 años11. La presencia de un 26 % en
el grupo de adolescentes lo confirmó como factor de riesgo3.
Tienen un vínculo afectivo estable 18 y 24 no lo tienen.
Este ultimo dato influye negativamente porque el mayor riesgo está en
divorciadas y unidos para la mujer y divorciados en el hombre11.
Predominó el nivel de escolaridad básico que se relaciona con
el nivel alcanzado por la población5. El color de piel blanco,
mayoritariamente no religioso, aunque estuvo presente en 28.5 % católicos.
La ocupación que más riesgo presentó fue la de obrero,
estudiante y ama de casa; no coincidiendo este resultado con otros estudios
donde las personas que no tienen un vínculo estable son de mayor riesgo
5, 11.
Entre otros factores de riesgo se destacaron las enfermedades crónicas
no transmisibles de origen psíquico ocupando los primeros lugares el
retraso mental y la neurosis, tanto entre las personas estudiadas como en sus
familiares. Estudios realizados en el país obtuvieron que el 73,7 % de
los casos se informó antecedente de enfermedad psiquiátrica previo
al acto suicida, siendo los diagnósticos más frecuentes retraso
mental, neurosis y esquizofrenia11 . no resultó significativo
la presencia de cuadros depresivos de origen endógeno como señalan
algunos autores12 .
Los factores desencadenantes están determinados por conflictos de pareja,
conflictos entre otros miembros de la familia, enfermedad psiquiátrica
o estado de embriaguez principalmente. Los tres primeros son los que más
reporta la literatura revisada pero también el alcoholismo y otras drogadicciones
se encuentran identificadas como riesgo.
En el método empleado predominó la ingestión de psicofármacos
y el ahorcamiento. El primero resulta el método más utilizado
en nuestro medio principalmente por la mujer en el intento suicida y ahorcamiento
en el hombre para suicidio.
Se produjeron 48 intentos suicidas en 42 personas y 7 suicidios,
residentes preferentemente en área urbana.
Predominó el sexo femenino entre 15 y 49 años, solteros, obreros,
escolaridad secundaria, piel blanca y no religiosos.
Se destacaron entre otros factores de riesgo; antecedentes patológicos
personales y familiares, como factores desencadenantes; conflictos de pareja
y con otros miembros de la familia, enfermedad psiquiátrica y embriaguez
alcohólico, como métodos empleados; psicofármacos y ahorcamiento.
A descriptive retrospective transversal study was done to
persons with suicide suicide behavior between the period from 1990 to 1999 belonging
to Catalina de Güines health area. The relation between suicide intents
and consummate suicide, sociodemographic variables, risk factors, unshamed suicide
and used methods was explored. Indirect information sources which brought the
exixtence of 7 suicides and 48 suicide intents were used. The urban origin,
female, workers, white skin, non-religious, high school level and the age group
of 15 and 49 years were predominant in the study. The presence of personal and
familiar pathologic history between the unchained factors, partner's conflicts
with other members of family, physichiatric diseases and alcoholic drunkenness
were the risk factors. The most used methods were the ingestion of psychiatry
drugs and hanging.
Subjet headings: SUICIDE/ epidemiology