Dr. Miguel Angel del Toro Zamora1,.Dra. Vivian Mena Miranda2.
Las infecciones hospitalarias constituyen un serio problema de salud y tienen una elevada tasa de mortalidad, por lo que se realiza una revisión actualizada de los factores de riesgo, etiología y patogénia de las diferentes infecciones nosocomiales con referencia a trabajos publicados en la literatura especializada.
Descriptores DeCS: INFECCION HOSPITALARIA
Las infecciones adquiridas en las instituciones hospitalarias
constituyen hoy en día, un serio problema en todos los países
del mundo y significan un verdadero reto para los hombres de ciencia que de
una manera u otra tienen que ver con ella, debido a la multiplicación
y variedad de factores que contribuyen a su aparición y mantenimiento.
Se a definido tradicionalmente como infección intrahospitalaria o nosocomial
(IN), aquella que se presenta después de las primeras 48 a 72 horas de
estancia en el hospital y que no estaba presente o en período de incubación
al momento del ingreso. Estos criterios son quizás el sistema más
práctico y sencillo para realizar la vigilancia, sin embargo, también
tiene limitaciones. Se debe tomar en cuenta que el período utilizado
para diferenciar una infección intrahospitalaria de las adquiridas en
la comunidad, es solamente un parámetro general. Algunas IN pueden presentarse
previas a este lapso, particularmente cuando se asocian a procedimientos invasivos,
también se deben considerar algunas infecciones adquiridas en la comunidad,
(por ejemplo: fiebre tifoidea ), podría ser más prolongado, al
igual que otras IN con período de incubación prolongado como hepatitis
B, virus del SIDA, tuberculosis, que pueden aparecer muy tardías. De
tal manera, el intervalo de 72 horas no es aplicable a todas las enfermedades
y habrá que considerar los diagnósticos específicos.1,2
En la prevención y control de las IN a comenzado a tomar impulso en los
hospitales la epidemiología hospitalaria como ciencia 3. La
IN tiene una gran importancia, teniendo en cuenta que alrededor del 5% de los
pacientes ingresados en los hospitales por presentar casos agudos desarrollan
una IN, siendo la mayoría de estas infecciones endémicas; sin
embargo las epidemias de IN, son una amenaza permanente4. La tasa
de prevalencia de IN (TIN ) varía de un hospital a otro en dependencia
del número de camas existiendo diferencias significativas entre las grandes
unidades con más de 1000 camas y las menores de 400 con TIN de 10.8 más
menos 1.3% y del grupo de pacientes que atiende. ( clínicos y/o quirúrgicos)
.2,5,6
Una tasa elevada de IN prolonga la hospitalización de cinco a diez días
en promedio, considerando que América Latina y el Caribe tienen alrededor
de un millón de camas en los establecimientos de salud con un costo total
estimado de cada día, entre 50.00 y 150.00 US$. / día7
, podemos fácilmente calcular el fabuloso perjuicio diario / anual, que
sufren los hospitales de la región con esta, donde se calcula un aproximado
del costo anual directo de IN sobrepasa los 1.000 millones de dólares
y los costos indirectos podrían doblar esta cifra. Además es probable
que el 3% de las IN sean consecuencia directa de la muerte del paciente4
en los Estados Unidos de América está entre las 10 primeras causas
de muerte 5 y la mayoría ocurren en enfermedades no fatales,
aumentando la incidencia de IN significativamente con el tiempo de estancia
hospitalaria8.
La IN puede afectar no sólo a los pacientes que desarrollan la infección,
sino también a otros pacientes y a la comunidad.
Pese a los esfuerzos de los países para enfrentar este problema se puede
observar, por el análisis de una reciente publicación de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) que solamente el 5% de los hospitales informan
tener Comités con Programas Regulares de Control de Infecciones Hospitalarias
con actividad permanente en estos establecimientos 9por lo que se
debe destacar que es muy poco lo que se conoce en Latinoamérica sobre
las características regionales de la epidemiología, eficacia,
factibilidad y costos de las infecciones hospitalarias, endémicas y epidémicas.
En nuestro país existían escasos reportes de estudios de la IN,
antes del año 1959, a partir de aquí se inicia el trabajo epidemiológico
organizado sobre bases científicas en 1983, se aprueba el Programa y
el Grupo Nacional de Prevención y Control de la Infección Hospitalaria,
en los años 1984 - 1986 y 1988 se celebran simposios de IN donde se traza
la política a seguir con el orden del Programa de Infección Hospitalaria.10
,pero nuestro país no queda excepto de la repercusión económica
social de la IN 11.
La Infección Hospitalaria es un problema frecuente y grave en las Unidades
de Cuidado Intensivo (UCI) que aumenta significativamente la mortalidad, estancia
media de los pacientes y el gasto hospitalario por lo que es necesario su diagnóstico
precoz y su control.
En nuestro país la red de información en la última década
no es buena, por lo que decidimos la revisión bibliográfica para
mejor información, reporte y control en los servicios de terapia.
Se realizó esta revisión con el objetivo de profundizar el conocimiento
de las infecciones hospitalarias además de actualizar la clasificación
de las infecciones nosocomiales y profundizar en el conocimiento de las estrategias
para la prevención y control de las infecciones nosocomiales
Se utilizó la literatura actualizada para hacer una revisión bibliográfica
a través de los sistemas Current Contents y Medline, se consultaron otras
referencias bibliográficas encontradas en diversas bibliotecas, además
de recopilar datos y experiencias posibles a aplicar en nuestro sistema de salud.
La epidemiología hospitalaria nos permite medir la frecuencia
con la que ocurren las infecciones, situación esencial para reconocer
brotes epidémicos, cambios en las tendencias endémicas y comparar
los resultados de nuestra intervención, o comparar tasas entre servicios
o entre hospitales. Es importante reconocer que las epidemias son eventos muy
frecuentes en el ámbito hospitalario, aunque su detección es muy
pobre. Las circunstancias hospitalarias son un terreno muy favorable para la
presentación epidémica de diversas infecciones adquiridas en este
sitio: hacinamiento, insuficiencia de personal, pacientes con infecciones fácilmente
transmisibles o con deficiencias inmunitarias que los hacen altamente susceptibles.
La ocurrencia de brotes epidémicos son eventos comunes en los hospitales
más frecuentes de los que se supone en general, aunque es poco lo que
se ha descrito al respecto. Las áreas con mayor riesgo de epidemias son
las unidades de cuidado intensivo, los servicios de urgencias y/o hemodiálisis,
pero su presentación puede ocurrir en cualquier otro sitio12.
Ponce de León 12 plantea que en su experiencia las epidemias
más frecuentes involucran infecciones bacterémicas cuyo origen
pueda deberse a un manejo inadecuado de líneas intravasculares, también
a neumonías en pacientes con apoyo ventilatorio o por errores en el manejo
adecuado del equipo, también se describen en hospitales de Latinoamérica,
brotes epidémicos de infecciones asociadas a procedimientos endoscópicos,
especialmente canulaciones de vías biliares y desde luego diarreas y
enfermedades exantemáticas. Algunos otros autores en sus trabajos 5,6,8
coinciden que la IN más frecuente es la neumonía nosocomial NN
para otros las más frecuentes son las infecciones de vías urinarias
IVU y de herida quirúrgica quedando la NN al tercer lugar 13.
En los últimos 25 años se desarrollaron unidades especializadas,
en las que se han concentrado los enfermos más graves e inestables en
sus constantes fisiológicas, a los que se ha denominado pacientes críticamente
enfermos, estas unidades especializadas son las Unidades de Cuidados Intensivos
(UCI), las que centralizan el cuidado de enfermos con condiciones que ponen
en peligro la vida y que son manejados por personal especializado y con equipo
técnico sofisticado, que permite la monitorización continua de
dichas constantes fisiológicas, con la expectativa de recuperación
de una o más fallas orgánicas mediante el tratamiento enérgico
y agresivo. La medicina del paciente en estado crítico se ha vuelto sinónimo
de medicina de alta tecnología con monitorización hemodinámica,
apoyo ventilatorio sofisticado, monitorización metabólica meticulosa
de líquidos y electrolitos, nutrición parenteral o enteral, hemodiálisis,
monitoreo de la presión intracraneal y nuevos tratamientos quirúrgicos
para el manejo del trauma, las quemaduras extensas o las catástrofes
intrabdominales, las hemorragias intracraneales y la falla cardiaca13.
La información que nos ofrecen las UCI han puesto en claro que los pacientes
tienen una alta incidencia de IN; que es de 2 a 5 veces mayor que la de los
enfermos internados en otras áreas de los hospitales13,14
exhibiendo las más altas tasas de prevalecia de IN en las UCI de cirugía
(58,2%) y clínica (20,3%).2,6
Los pacientes en las UCI son especialmente vulnerables para sufrir bacteriemias
primarias (la mayoría relacionadas con infecciones derivadas de implementos
intravasculares), neumonía relacionada a intubación endotraquial
y ventilación mecánica e infecciones intraabdominales secundarias
a cirugía o trauma. Los pacientes quirúrgicos tienen menos probabilidades
de sufrir enfermedades subyacentes crónicas pero tienen doble riesgo
de IN que los pacientes no quirúrgicos dado por su mayor exposición
a implementios invasivos y a un mayor número de procedimientos; también
el perfil bacteriológico de las infecciones nosocomiales difiere entre
los pacientes médicos y quirúrgicos, estos últimos tienen
mayor incidencia de infecciones por gérmenes resistentes.
Así paradojicamente la tecnología capaz de salvar la vida, particularmente
los numerosos implementos invasivos como tubos endotraqueales y catéteres
intravasculares , sondas intracraneales , drenajes de heridas quirúrgicas,
sondas vesicales pueden considerarse como espadas de doble filo , ya que estos
implementos amplian el potencial de colonización por bacterias intrahospitalarias
e incrementan significativamente la vulnerabilidad para la infección,
considerándose toda la tecnología antes expuesta como factores
de riesgo para adquirir IN8,14 , por lo que las UCI se han convertido
en el lugar ideal para la aparición de brotes epídémicos
de IN especialmente causado por patógenos resistentes a antibióticos.
La utilización "intensiva" de antibióticos distorsiona
gravemente la microflora endó gena del paciente y favorece la colonización
y finalmente la infección con gérmenes multiresistentes como estafilococos
resistente a meticillin , vancomicina , pseudomonas
spp , enterobacterias y levaduras como cándidas 13,15,16 las
que se pueden transmitir a otros pacientes a través de las manos del
personal médico y paramédico.
La medida más útil, eficaz y de bajo costo en la prevención
de IN es el lavado de las manos con agua y jabón en forma consistente
antes y después de examinar a cada paciente, así como el cumplimiento
estricto de las medidas de desinfección, esterilización 17
y precauciones stándar1 que después de su establecimiento
algunos autores reportan con su adecuada aplicación una notable disminución
de las IN en UCI 18,19.
Los problemas de IN en esta unidad consisten en:
Entre las infecciones bacterianas más comunes, se encuentran
las infecciones locales en las fístulas arteriovenosas y otras modalidades
de acceso vascular, así como las bateremias y septicemias . Otro problema
importante son las reacciones pirogénicas secundarias a la presencia
de endotoxinas en el líquido de dializado.
Las infecciones virales frecuentes son: Hepatitis viral predominantemente tipo
B, hepatitis no A no B, C, VIH y menos comunmente infecciones por citomegalovirus
y virus de Epstein-Barr. Las IN en UHD están relacionadas con la susceptibilidad
aumentada para las infecciones que presentan los pacientes con insuficiencia
renal crónica, algunos de los cuales han sido sometidos a transplante
renal e inmunosupresión farmacológica 13,20,21.
Estos pacientes requieren del uso de cánulas para acceso vascular o catéteres
para diálisis peritoneal que facilitan la colonización -infección
en los sitios de ruptura de la barrera cutánea y la invasión bacteriana
a los tejidos profundos. Los agentes etiológicos más comunes de
infecciones en hemodiálisis son: Estafilococo coagulasa negativo, Estafilococo
coagulasa positivo y Pseudomonas spp y estos se asocian comúnmente a
infecciones en fístulas arteriovenosas y bacteriemias.
En la mayoría de la UHD se enfrentan problemas con la
Hepatitis B entre sus pacientes y el personal de la unidad, tanto en forma endémica
como en brotes epidémicos. La hepatitis B se introduce en la unidad por
el ingreso de pacientes o personal infectados con el virus de hepatitis B. (VHB).
Los pacientes en hemodiálisis y en general los enfermos renales crónicos
requieren transfusiones de sangre, plasma o productos sanguíneos, otro
factor de riesgo, tanto para el personal como para el paciente, lo constituye
la exposición continua a sangre y productos sanguíneos, accidentes
frecuentes con objetos punzocortantes.
Se debe conocer del estado serológico respecto a VHB de todos los pacientes
que ingresan al programa de hemodiálisis al igual de hepatitis C y virus
de inmunodeficiencia humana (VIH). De ser posible podría separarse una
máquina para uso de pacientes con estas infecciones .21
La aparición de escalofríos, fiebre, náuseas, mialgias e hipotensión, que ocurren en ocasiones durante la hemodiálisis, en ausencia de bacteriemia confirmada, (hemocultivos negativos), se denomina reacción pirogénica y se considera causada por endotoxemia. La fuente de endotoxemia puede encontrarse en la desinfección inadecuada de los sistemas de tratamiento de agua, los instrumentos de distribución o los líquidos de diálisis, lo que permite la proliferación de bacilos gramnegativos22. Otras fuentes de contaminación pueden ser, la de aprovisionamiento central de agua, solución salina heparinizada y bicarbonato líquido. Estas reacciones se abaten en pocos minutos, pero deben distinguirse de las sepsis.
Debemos diferenciar los términos bacteriuria e infección
de vías urinarias (IVU), en ocasiones se emplean indistintamente, sin
embargo no son sinónimos. Bacteriuria se refiere a la colonización
del tracto urinario con bacterias sin invasión tisular y por definición,
los pacientes con bacteriuria no presentan síntomas. La aparición
de síntomas refleja la participación inflamatoria de la vejiga
o riñones define la condición de IVU13.
El urocultivo es un procedimiento cuantitativo y por varias décadas ha
quedado establecido como medio diagnóstico la presencia de 100.000 unidades
formadoras de colonias (UFC) de un solo germen por mililitro de orina en pacientes
sin sonda vesical 6. Para pacientes con sonda vesical instalada,
cuentas bacterianas menores pueden tener el mismo significado, ya que se ha
demostrado que las bacteriurias de baja magnitud ,progresan en más del
95% de los pacientes que se cultivan en días subsecuentes y que no reciben
terapia con antibióticos. Al igual se pueden encontrar bacteriurias polimicrobianas
hasta en un 15% de los enfermos sometidos a sondeo vesical, la bacteriuria polimicrobiana
es muy común en enfermos con sonda vesical permanente por tiempo prolongado.
La presencia de una sonda vesical hace difícil y sujeto a interpretación
el diagnóstico de IVU. Los síntomas clásicos, como fiebre,
dolor abdominal hipogástrico, dolor lumbar o en los flancos, disuria
y frecuencia pueden o no estar presentes la piuria tiene un carácter
poco específico en presencia de la sonda que representa un cuerpo extraño
uretral e intravesical. Simultáneamente la misma sonda incrementa el
riesgo de infeccíon exponencialmente23.
La IVU nosocomial representa cerca del 40% de todas las infecciones
adquiridas en pacientes hospitalizados y es la infección nosocomial más
frecuente. Se calcula que entre 400 000 y 1 000 000 de pacientes en hospitales
para cuidados agudos desarrollen bacteriurias o IVU nosocomial anualmente en
los EUA. La magnitud de IVU nosocomial es aún mayor en ciertos subgrupos
de pacientes como los ancianos internados en asilos, centros de rehabilitación
y unidades de cuidados prolongados.
Tanto en pacientes agudos o crónicos el factor predisponente para la
IVU nosocomial es la presencia de sonda vesical y se considera son responsables
del 80% de la IVU nosocomiales. Se conoce que el 10% de los pacientes hospitalizados
en la actualidad presentan sonda vesical en algún momento de su estancia
en el hospital. La incidencia de bacteriuria asociada a cateterización
vesical es de apróximadamente un 5% por cada día de permanencia
de la sonda vesical.
Los pacientes con sonda vesical del sexo femenino, edad avanzada,
gravemente enfermas y que no reciben antibióticos tienen mayores probabilidades
de sufrir colonización del meato uretral con bacilos provenientes de
la flora enteral y desarrollan infección. Para todos los grupos de pacientes
un cultivo positivo de la región periuretral es el factor independiente
más importante en relación con la adquisición de bacteriuria
o IVU.
En mujeres cerca del 70% de los episodios de bacteriuria relacionada con sonda
vesical ocurren cuando las bacterias migran hacia la vejiga a través
de la capa de moco periuretral que rodea a la sonda y la mayoría son
causado por bacterias entéricas gramnegativas que colonizan el perineo
y la región periuretral. Sin embargo en los hombres se adquiere por contaminación
de la sonda o de la bolsa de drenaje con bacterias entéricas del mismo
paciente o transportadas en las manos del personal del hospital.
La sonda vesical es un sitio de adherencia y persistencia bacteriana. En los
pacientes sondeados la unión de las bacterias al material de la sonda
y su crecimiento en forma de biofilm depende de la especie bacteriana, la presencia
de proteínas y sales en la orina, ph urinario y la composición
del material de la sonda. El crecimiento bacteriano como biofilm se produce
en el interior de la sonda, la acumulación de bacterias y sus productos
extracelulares, proteínas, cristales, sales y detritus celulares llegan
eventualmente a producir incrustaciones que pueden obstruir el flujo de la orina
y servir como nido persistente de la infección.
Los mecanismos de defensa que permiten que no toda bacteriuria se convierta
en infección sintomática son: el flujo urinario, la acidez, osmolaridad
urinaria, inmunoglobulinas en la orina y el vaciamiento vesical completo están
alterados en el paciente sondeado, por lo que la orina residual sirve como medio
de cultivo13.
Agentes mas comunes de IVU nosocomial en hospitales para pacientes
que requieren cuidados agudos son las enterobacterias, escherichia coli y proteus
mirabilis13,24. Los pacientes que reciben antibióticos por
cualquier motivo tienen el riesgo de adquirir
bacterias resistentes como: enterococo, pseudomona aeruginosa, serratia marscencens,
acinetobacter baumannii y enterobacter spp25. En los pacientes debilitados
y con sonda urinaria de larga permanencia se agregan organismos como: estafilococo
coagulasa negativo, morganella morganii y cándida albicans. También
se reporta mas raramente el haemophilus spp.26
Para la prevención de IVU por cateterización vesical debemos recordar que solo se debe instalar cuando sea estrictamente necesario, el personal del hospital debe estar educado sobre las técnicas correctas para la inserción de sondas y sus cuidados de mantenimiento.13,23
La bacteriemia es la expresión más clara de la
infección bacteriana de cualquier tipo y constituye su manifestación
más grave. Puede definirse como la presencia de bacterias en estado de
multiplicación activa en el torrente sanguíneo, con liberación
de productos tóxicos para el huésped y capacidad de producir infecciones
en diversos órganos y sistemas. Como infecciones nosocomiales, las bacteremias
tienen gran importancia ya que identifican los problemas infecciosos más
graves que ocurren en el hospital .5,6,13
Las bacteriemias nosocomiales se clasifican en dos grandes grupos: 6,13
Los sitios de infección primaria que generan la bacteriemia
son: vías urinarias, infección endovacular, pulmón, infección
intraabdominal, heridas quirúrgicas e infecciones de piel y tejidos blandos,
con excepción de las bacteriemias asociadas con un catéter intravascular.6
Las bacteriemias primarias que se presentan durante la hospitalización
se consideran nososcomiales al igual que las bacteriemias secundarias a infección
adquirida en el hospital.
Diagnóstico.
Para diagnosticar bacteriemias se requiere de elementos clínicos (Cuadro
Clínico) y recuperar el agente etiológico en hemocultivos (Cultivo
Positivo).
Cuadro Clínico
El inicio de los síntomas con frecuencia es súbito, con escalofríos,
taquicardia, taquipnea, seguido de la aparición de fiebre de 38,5 °C
y 40 °C. Algunos enfermos tienen náusea, vómitos, evacuaciones
diarreicas o broncoespasmos durante el episodio bacteriemico. En los ancianos
pueden dominar las manifestaciones encefálicas, como confusión,
letargia, somnolencia o agitación psicomotris, algunas veces incluso,
sin llegar a presentar fiebre. En prematuros y neonatos son datos comunes distermia,
hipotermia, irritabilidad, períodos de apnea, ictericia o succión
débil.
Si la bacteriemia se prolonga, el paciente puede pasar a un estado de choque
séptico con hipotensión, oliguria, coagulopatía y falla
orgánica múltiple. Desde el punto de vista del laboratorio pueden
encontrarse leucocitos de 10.000 a 13.000 x mm3, plaquetopemia, alargamiento
de los tiempos de coagulación, alteraciones en los fenómenos reactivos,
aparece hiperfibrinogenemia, incremento de los niveles de proteína C
reactiva, velocidad de sedimentación globular e hipoalbubinemia, desde
el punto de vista hemogasométrico de gases arteriales con alcalosis inicial
y tardiamente acidosis e hipoxemia.
Hemocultivos:
Uno o más hemocultivos son indispensables para confirmar el diagnóstico
de bacteriemias, su utilidad máxima es proporcionar el diagnóstico
etiológico. Las condiciones ideales para recuperar bacterias en hemocultivos
son: toma de muestra tan tempranamente como sea posible en el episodio de fiebre,
toma de muestra con técnica aséptica, inoculando de inmediato
la sangre obtenida en el frasco o tubo de hemocultivo, con la relación
adecuada sangre caldo de cultivo.
Cuando se busca documentar bacteriemias en sospecha de endocarditis infecciosas
o infección endovascular se deben tomar tres muestras de sitios diferentes
de venipuntura y si el paciente a recibido antibióticos previamente el
número de muestra puede ser de cuatro o más, la obtención
de los resultados de los hemocultivos depende del sistema de procesamiento de
cada institución, continúa teniendo valor la tinsión de
Gram para la selección de la terapeútica antimicrobiana.
En la interpretación de los resultados deben considerarse los datos clínicos
individuales. staphylococcus epidermitis, corinebacterias y basillus spp son
contaminantes frecuentes, a menudo se aíslan en solo una de tres muestras.
Si el paciente no tiene factores de riesgo para bacteriemias por estos gérmenes,
como inmunosupresión, prótesis, líneas de acceso vascular
e historia de adicción a drogas intravenosas y no hay leucositos, es
fácil concluir que pueden ser contaminantes. Sin embargo los bacilos
gramm negativos, los estrectococos piógenos y los neumococos rara vez
se aislan como contaminantes. El aislamiento adquiere mayor solidez cuando concuerda
con el aislamiento bacteriológico en otro sitio corporal clínicamente
afectado.
Epidemiología.
La insidencia global de bacteriemias en las últimas décadas fluctúa
entre 10 a 15 episodios por cada 1000 pacientes hospitalizados. De todas las
bacteriemias nosocomiales del 30 al 45% se presentaran en los ingresados en
UCI, el uso de una o más vías de acceso vascular en los pacientes
de UCI los coloca en alto riesgo de bacteriemias secundarias a infección
asociada a implemento endovascular.
Etiología.
Escherichia Coli, es la causa más común de bacteriemias secundaria
a infección urinaria.13,27
Klebsiella spp, Enterobacter spp y Serratia spp son causas frecuentes de bacteriemias
primarias y secundarias asociadas a infecciones endovasculares.
Pseudomonas aeruginosa predomina en bacteriemias secundarias a quemaduras extensas
y neumonías en pacientes con ventilación mecánica.
Staphylococcus epidermitis es común en pacientes con endocarditis en
válvula cardiaca protésica y pacientes con hemodiálisis
o con derivaciones internas ventriculoatriales de líquido cefalorraquideo.13,28
Candida albicans y Candida spp, son agentes etiológicos de bacteriemias
en pacientes bajo nutrición parenteral, inmunosuprimidos y en superinfecciones
en enfermos con antibioticoterapia de amplio espectro para tiempo prolongado.
Prevención
Identificar las enfermedades con mayor riesgo para desarrollar bacteriemias
nosocomial, el manejo óptimo de la fuente de infección debe prevenir
la mayoría de las bacteriemias secundarias, que el reconocimiento que
el tratamiento adecuado de las infecciones localizadas evita o minimiza los
procedimientos invasivos.
Infecciones endovasculares.
Infección endovascular se aplica a las infecciones de localización
en el torrente intravascular, incluyendo al corazón, los grandes vasos
con o sin la presencia de prótesis como válvulas, injertos o parches,
así como los sítios de acceso venoso periférico o central,
líneas arteriales y vías de acceso para hemodiálisis.
La vía intravenosa para la aplicación de medicamentos y soluciones
se emplea hasta en 30% a 50% de los pacientes hospitalizados, los catéteres
arteriales periféricos y pulmonares que se emplean para monitorizar variables
hemodinámicas y gases arteriales. Independientemente del tipo de implemento
utilizado e insertado por vía percutánea o mediante venodisección.
(todos los implementos intravasculares) tienen factores de riesgo para la infección
que pueden incrementarse por una permanencia del cateter intravacular por más
de 48 a 72 horas, inadecuada preparación de la piel y del mantenimiento
del sitio de inserción29
Las cánulas y agujas de acero tipo mariposa tienen un
riesgo relativo de infección del 3 y 2% respectivamente. Los catéteres
subclavios cerca de un 14%, mientras que los introducidos por venodisección
tienen un riesgo aproximado del 27% y también se asocia a septisemia
con una frecuencia de 2 a 3 veces mas altas que los catéteres instalados
por vía percutánea13, 23.
Etiología.
El germen aislado con mayor frecuencia es el Estafilococo coagulasa negativo,
sin embargo el número de caso de sepsis clínica se ha calculado
en una relación de 71:1. Para Staphylococcus aureus, Pseudomona spp y
Candida spp la relación se calcula en 7:1 y finalmente para klebsiella
ssp, Enterobacter spp y Serratia spp la relaciónes 6:1 lo que indica
mayor posibilidad de sepsis con cultivos positivos a estos patógenos.
Para determinar si un episodio de bacteriemia está relacionado con una
cánula o catéter, Maki G 31, introdujo un método
semicuantitativo para el cultivo de los catéteres que es útil
para distinguir entre contaminación e infección, realizando un
proceso estéril de extracción del catéter, cuando el número
de colonias bacterianas es de 15 o más, la posibilidad de bacteriemia
con este punto de origen es alta, sin embargo otros autores, 32 que
plantean el uso de ultrasonido a la punta del catéter facilita el cultivo
y el diagnótico de sepsis, ya que el ultrasonido asegura que todos los
microorganismos presentes en todas las superficies del elemento queden en suspensión
en el caldo de cultivo, considerando que un recuento superior a 1.000 UFC nos
permite discriminar adecuadamente los casos de sepsis originado en él
dispositivo.
Prevención.
Para evitar todas estas complicaciones se deben cumplir todas las precauciones
standard así como el uso de vías endovenosas solo si es necesario,
así como cambio de cánulas periféricas de plástico
cada 48 a 72 horas, la inserción de cánulas centrales con todas
las medidas de higiene que conlleva este proceder crítico 22, y medidas
para el mantenimiento adecuado del sitio de inserción.
Neumonía Nosocomial, (NN), es la infección del
tracto respiratorio inferior que se desarrolla durante la hospitalización
de un paciente, la cual no debe estar presente ni en período de incubación
al momento del ingreso y habitualmente no se manifiesta en las primeras 48 a
72 horas de estancia hospitalaria.1,6,13
La NN puede presentarse de 5 a 50 de cada 1000 pacientes hospitalizados, con
una incidencia del 5 al 20% en los hospitalizados en la UCI33. En los EUA ocupa
entre el segundo y el tercer lugar como infección nosocomial más
frecuente, después de las del tracto urinario y/o heridas quirúrgicas.
La NN tiene un elevado índice de mortalidad, el que puede llegar en ocasiones
hasta el 50% .5,13,14
Diagnóstico.
Los criterios diagnósticos de uso más frecuente son los criterios
de Johansen y Col, (35), que se modifican en 197213,36
La NN, puede estar o no asociada al ventilador por lo que la ventilación mecánica constituye un factor de riesgo muy importante en el desarrollo de la misma, encontrándose con el doble de la mortalidad en los ventilados que desarrollan neumonías con respecto a los que no la desarrollan13,36, sin embargo, están muy bien establecidas las causas de fiebre e infiltración pulmonar en pacientes ventilados, los cuales se reflejan a continuación36.
Figura 1: Causas de fiebre e infiltrado pulmonar en pacientes ventilados.
La NN es frecuentemente encontrada en pacientes ventilados
particularmente en
aquellos que desarrollan Síndrome de Distress Respiratorio Agudo (SDRA),por
lo que frecuentemente es sobrediagnosticada en pacientes con SDRA y subdiagnosticada
en pacientes con fallo respiratorio agudo y otras causas36.
Múltiples autores coinciden que existen factores de riesgo para el desarrollo de NN, 13,37-39.
Con respecto a la patogénia en el paciente ventilado
se mantiene el concepto que la neumonía se desarrolla fundamentalmente
a partir de la aspiración de secreciones colonizadas procedentes de orofaringe
y/o tracto digestivo superior, (ruta endógena), lo cual se basa en la
demostración de la colonización de la vía aérea
superior por microorganísmos potencialmente patógenos de forma
previa a la afectación del parenquima pulmonar, también se ha
propuesto la colonización de la tráquea sin que se halla cultivado
previamnete en estas colonizaciones, (ruta exógena), siendo la orofaringe
el reservorio con mayor trascendencia en la coloniazación de la tráquea.
40,41. Las secreciones contaminadas son propulsadas hacia las vías
respiratorias inferiores a través de la ventilación mecánica
o la manipulación del tubo endotraqueal. 42
El aparato respiratorio consta de una serie de mecanísmos fisiológicos:
El de defensas mecánicas, celulares de fagocitosis y de defensa inmunitaria43,
los cuales se encuentran alterados en el paciente intubado y en otras condiciones
patológicas por lo que la posibilidad de desarrollar una NN es muy alta.
Figura # 2. Factores de riesgo y patogénia de la infección respiratoria en UCI.
En la mayoría de los estudios las bacterias aeróbicas ocupan cerca de las tres cuartas partes de los aislamientos, seguido por los hongos y raramente se notifican bacterias anaeróbicas y virus como causas de NN.13
La NN bacteriana son frecuentes polimicrobianas y los bacilos gram negativos se reportan entre el 60-80% del total de los aislamientos 13,39,40,44sin embargo, Staphylococcus aureus es particularmente frecuente en pacientes quemados y quirúrgicos y con traumatismo reciente45, otros gérmenes reportados13 son Streptococcus pneumonoae, Haemophilus influenzae y Branhamella catarrales que son frecuentemente asociados al paciente mayor de 60 años y/o enfermedad pulmonar crónica. En los últimos años algunos autores40-46 constatan un incremento de la Pseudomoma aeruginosa siendo el más común en la mayoría de los estudios. También se reportan con mucha menor incidencia las enterobacteriaceas multiresistentes a drogas 45.
Diagnóstico.
Actualmente predominan los criterios clínicos anteriormente
mencionados además de las técnicas diagnósticas las cuales
pueden ser invasivas o no invasivas. El diagnóstico principal de neumonía
está dado por la respuesta inflamatoria del huésped cuando invade
el gérmen las vías aéreas inferiores; cuando el tejido
pulmonar es obtenido incluye su análisis histopatológico y microbiológico
44.
Los criterios histopatológicos para su diagnóstico incluyen la
presencia de infiltrados de neutrófilos en la región terminal
de los bronquiolos, además de exudados fibrinosos y detritos celulares
44.
En relación al valor cuantitativo se plantea que debe ser 10 unidades
formadoras de colonias (UFC) por ml y cuando el cultivo del material obtenido
informa una concentración de bacterias similar por gramo de tejido, se
acepta el diagnóstico de NN, si fuese menor el número de colonias
nos indican contaminación o colonización.
Las técnicas diagnósticas pueden ser:
Medidas para la prevención de NN en pacientes ventilados.
A. Principios generales:
La descontaminación selectiva digestiva es recomendada por algunos autores 48, 49,. 50 como medida preventiva de la NN debido a que disminuye la concentración de microorganismos en la flora intestinal por lo que condiciona la disminución de traslocación bacteriana y de la NN, sin embargo al modificar la ecología habitual el tipo de gérmen que trasloca con frecuencia son los Gram positivos cambiando el patrón de gérmen productor de NN en el paciente crítico. Sin embargo, actualmente hay escuelas que no defienden esta teoría porque plantean la aparición de resistencia bacteriana a los gérmenes de la flora intestinal y por tanto resistencia sistémica a los antibióticos convencionales con el consiguiente aumento del costo hospitalario 51,52.
B. Control de las técnicas de manipulación:
C. Control de infección.
A pesar del gran avance en la cirugía la adquisición
de infecciones nosocomiales representa un grave problema para muchos pacientes
en el período postoperatorio y de ellas la infección de la herida
quirúrgica es la más frecuente, representando en la mayoría
de las series publicadas el segundo lugar de infecciones adquiridas intrahospitalariamente13.
Las consecuencias de una herida infectada van desde molestias mínimas
hasta la muerte.
La infección de la herida quirúrgica es una de las tres IN más
costosas, calculándose su costo entre US$ 1.900 y 26.000, debido a una
estancia hospitalaria prolongada, administración de antibióticos,
utilización de materiales de curación en grandes cantidades, costo
del tiempo de médicos y enfermeras a su cuidado y a que el paciente con
herida infectada es más susceptible a adquirir otras IN.
La meta de cualquier servicio quirúrgico, debe ser reducir el porcentaje
de infección de heridas limpias a menos de 1%. Existe una relación
directa entre la duración de la cirugía y el porcentaje de infección13.
Las infecciones de herida quirúrgica se dividen en incisionales y profundas
y solo se consideran nosocomiales aquellas que no se encontraban presentes o
en incubación al tiempo del ingreso hospitalario.
Es aquella que ocurre en el sitio quirúrgico dentro de los primeros 30 días después de la cirugía, que abarca piel, tejido subcutáneo o músculos localizados por debajo de la aponeurosis involucrada.
Características:
Es aquella que ocurre en el área quirúrgica específica dentro de los primeros 30 días después de la cirugía, si no se colocó ningún implante, o dentro del primer año si se colocó implante.
Características.
- Secreción purulenta del drenaje colocado por debajo de la aponeurosis.
- La herida se abre espontáneamente o es abierta por el cirujano cuando el paciente tiene fiebre mayor de 38 C o dolor localizado aún con cultivo negativo.
- Presencia de absceso o cualquier evidencia de infección observada durante los procedimientos diagnósticos.
- El cirujano diagnostica infección.
Altemeiner, en 1964, clasificó las heridas basado en la estimación clínica de la densidad y contaminación bacteriana para predecir el riesgo posterior de infección y las tipifica en 4 grupos: heridas limpias, limpias-contaminadas, contaminadas y sucias6, 13, 22.
A- Factores relacionados al huésped.
B- Factores relacionados con la cirugía.
De tal manera que los antibióticos profilácticos
están claramente indicados en pacientes sometidos a cualquier tipo de
cirugía limpia-contaminada y en aquellas cirugías limpias en las
cuales se realiza implante de cuerpo extraño. De hecho algunos datos
recientes sugieren que los antibióticos profilácticos pueden ser
de valor en los procedimientos limpios sin implante de cuerpo extraño.
Una de las controversias más importantes en la actualidad es la duración
postoperatoria de la profilaxis. Existen estudios donde se encuentra la misma
eficacia profiláctica al utilizar una sola dosis preoperatoria, o cuando
mucho, otra dosis transoperatoria en procedimientos quirúrgicos prolongados
que cuando se administran ciclos de 24 y 48 horas postoperatorias. Esta eficacia
es evidente aún en pacientes inmunocomprometidos55
Se debe enfatizar que los antibióticos profilácticos nunca pueden
sustituir la excelencia en la técnica quirúrgica, en la selección
del paciente y del procedimiento quirúrgico a realizar y en el manejo
médico postoperatorio.
La diarrea es una de las infecciones nosocomiales de mayor
incidencia en los países en desarrollo, que frecuentemente se presenta
en brotes epidémicos. Esto se explica, en gran medida, por la ausencia
de programas efectivos de control en presencia de un alto porcentaje de pacientes
hospitalizados por diarrea comunitaria.
En 1992 la magnitud de la diarrea nosocomial (DN) comenzó a ser percibida
y a considerarse una IN 57,58.
La definición de DN debe incluir aquellos episodios que iniciaron durante
la hospitalización o poco después de su egreso, y que no estuvieron
presentes o en período de incubación al momento de ingreso al
hospital. Es necesario considerar el número de evacuaciones por día
y la duración del cuadro clínico; descartando las posibles causas
no infecciosas de diarrea. La definición puede variar desde una estricta
hasta una laxa.
Definición estricta.
Es un mínimo de tres evacuaciones líquidas o cuatro semilíquidas
en 24 horas por dos o más días.
Definición laxa.
Es un aumento en el número de las evacuaciones y una
disminución en la consistencia de las mismas.
Si el hospital tiene predominantemente diarreas endémicas, es conveniente
utilizar una definición estricta, ya que se ha demostrado que las complicaciones
y defunciones por DN generalmente se presentan en aquellos episodios con una
duración mayor de dos días. Por otro lado si los episodios diarreicos
se presentan en forma epidémicas o en pacientes inmunosuprimidos y recién
nacidos, es recomendable usar una definición laxa, ya que interesa conocer
el número total de afectados durante un brote, y en el segundo caso,
porque aquellos pacientes pueden desarrollar bacteriemias secundarias aun cuando
la diarrea se halla manifestado con muy poca sintomatología.
Factores de riesgo.
Se señalan: La edad, el uso de antibióticos previos, la inmunosupresión,
el uso de antiácidos, enemas, sondas nasogástricas, o alimentación
enteral, la cirugía gastrointestinal previa, la estancia en una UCI,
y la estadía hospitalaria mayor de seís días.l3,57,
59
Para fines epidemiológicos y terapéuticos, es deseable conocer
los agentes causales de los episodios de DN. Se deben solicitar pruebas de laboratorio
según las posibilidades de cada hospital. Heces en fresco para búsqueda
de leucocitos fecales trofozoitos parasitarios, coprocultivos y la búsqueda
de virus y bacterias toxigénicas. Múltiples autores coinciden
que el agente etiológico mas frecuente es el rotavirus.60-62
El tratamiento de la diarrea debe incluir el manejo de complicaciones como la
deshidratación, o infecciones extraintestinales y una terapia antimicrobiana
cuando ésta sea indicada. El objetivo del tratamiento con antibióticos
es disminuir la severidad de la diarrea y reducir el número de microorganismos
excretados en las heces, particularmente en el caso de una epidemia. En general
las indicaciones para administrar antibióticos en el caso de diarrea
son:
Cada caso debe ser evaluado individualmente pero cuando exista desnutrición severa, inmunosupresión, prematurez o una enfermedad crónica debilitante puede estar justificada la administración empírica de antibióticos.
El personal que se dedica a la prevención de infecciones nosocomiales debe recordar que la forma de transmisión más frecuente de diarrea en el hospital es por manos del personal. Las medidas de prevención más importantes para reducir la incidencia de DN son el lavado de manos, el aislamiento de pacientes, el uso de barreras para reducir el contacto con heces, y la desinfección cuidadosa de todo el material contaminado con éstos.
The hospitalary infections constitute a serious health problem and they have a high mortality rate. An up-to-date revision of the risk factors, ethiology and pathogenic of different nosoconial infections with reference of the published papers in the specialized literature was done.
Subjet headings: CROSS INFECTION