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Revista de Ciencias Médicas La Habana 2015; 21(2)
ARTICULO DE REVISION
Bárbara B. Rodríguez CarrascoI, Magda E. Alonso CorderoII, Marisela Iglesias CamejoIII, María Cristina Castellanos LinaresIV.
IEspecialista de I y II Grado en Medicina Interna. Máster en Enfermedades Infecciosas.Investigador Auxiliar. Profesor Auxiliar. Policlínico Universitario “Luis Li Trijent”, Facultad de Ciencias Médicas de Mayabeque, Güines, Cuba. Correo electrónico: bcarrasco@infomed.sld.cu
IIEspecialista de II Grado en Medicina General Integral y Pediatría. Máster en Atención Integral al Niño. Investigador Auxiliar. Profesor Auxiliar y Consultante. Facultad de Ciencias Medicas de Mayabeque, Güines, Cuba. Correo eletrônico: magda.alonso@infomed.sld.cu
IIIEspecialista de I Grado en Mcrobiología y de II Grado en Administración de Salud. Máster en Enfermedades Infecciosas.Profesor Auxiliar. Facultad de Ciencias Medicas de Mayabeque, Güines, Cuba. Correo eletrônico: maricela@infomed.sld.cu
IVEspecialista de I Grado en Medicina General Integral. Máster en Enfermedades Infecciosas. Profesora Asistente. Facultad de Ciencias Médicas de Mayabeque, Güines, Cuba. Correo electrónico: cristinacl@infomed.sld.cu
RESUMEN
Se realizó una revisión bibliográfica con el objetivo de destacar la importancia del desarrollo de actividades de promoción y educación, además se resalta la el papel de la escuela como marco ideal para promover salud y la labor de los promotores de salud como eslabón decisivo en la promoción de salud desde las escuelas. Se utilizaron las bases de datos MEDLINE, EBSCO, DOYMA, el buscador GOOGLE académico, la Literatura Cubana de Medicina de los últimos diez años, y algunos clásicos de la temática, localizados en los órganos de información del Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas. En el marco histórico-social en que se desarrolla la sociedad cubana contemporánea, es voluntad política promover actividades de promoción y educación para la salud desde el ámbito escolar. Los programas aplicados a través de las escuelas promotoras de salud pueden hacerle frente a muchos de los grandes desafíos sanitarios del mundo actual en ellas el promotor de salud de cada centro juega un papel fundamental en la formación de hábitos y conductas saludables desde etapas tempranas de la vida.
Palabras clave: promoción de la salud; educación en salud; escuelas de salud pública.
ABSTRACT
A library review was performed with the objective to emphasize the importance of the development of health promotion and education activities, besides, the paper of the school as an ideal place to promote health is evidenced, as well as the task of health promoters as a decisive join in health promotion in schools. MEDLINE, EBSCO, DOYMA, Academic GOOGLE data base, the Cuban literature about Medicine of the last ten years and other classics, localized in the National information system of Medical Sciences were used. In the historical-social model in which the contemporary Cuban society is developed, there is a political will to organize promotion and health education activities in schools. The applied programs within the health promoting schools can face great sanitary challenges of the updated world. In those schools the health promoter of each place play a relevant paper in the formation of habits and healthy behaviors in early stages of live.
Keywords: health promotion; health education; schools, public health.
INTRODUCCIÓN
La presencia de conductas no saludables se pueden encontrar en individuos de diferentes grupos de edades, pero es en los primeros estadios de la vida donde éstos son especialmente relevantes, ya que es en estos momentos cuando se adquieren e instauran gran parte de ellos, los cuales, en muchos casos, permanecerán durante toda la vida.1
La escuela influye en la formación de una cultura general, de la cual forma parte la cultura en salud, posible de desarrollar desde las edades más tempranas de la vida. En ese proceso la salud ha de percibirse como una fuente de riquezas para la vida cotidiana, valorada como un concepto positivo que trasciende la idea del organismo sin enfermedad.2
Para poder entender el papel de la escuela de hoy como centros promotores de salud se necesita reflexionar acerca de la dimensión de los conceptos salud, promoción y educación para la salud desde nuevas propuestas, que presuponen al individuo participativo, comprometido con los cuidados de su salud. Como premisa necesaria para lograr estos objetivos emerge la escuela como centro educacional por excelencia apoyado liderazgo de los promotores de salud de cada centro.
Para materializar esta propuesta se diseñó en Cuba un programa director de promoción y educación para la salud en el Sistema Nacional de Educación en estrecha relación con el sistema de salud. El mismo se encuentra diseñado de forma tal que los temas de salud que aborda pueden ajustarse a los diferentes niveles de enseñanza del sistema educacional.3
Por todo lo referido anteriormente se realiza esta revisión que tiene por objetivo destacar la importancia del desarrollo de actividades de promoción y educación, además se resalta el papel de la escuela como marco ideal para promover salud y la labor de los promotores de salud como eslabón decisivo en la promoción de salud desde las escuelas. Se utilizaron las bases de datos MEDLINE, EBSCO, DOYMA, el buscador GOOGLE académico, la Literatura Cubana de Medicina de los últimos diez años; y algunos clásicos de la temática, localizados en los órganos de información del Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas.
SALUD
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la salud se define como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedad. Otro grupo de expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS han definido a la salud como el resultado de la relación que se da en una sociedad entre los procesos biológicos, ecológicos, culturales y económico-sociales. Como producto social, depende de las acciones que realizan los actores sociales y políticos que intervienen sobre las condiciones de vida de las poblaciones.4,5
Vista desde este punto de vista la salud es un complejo proceso donde interviene diferentes factores que ubican al hombre en interrelación con el medio que lo rodea y es considerada más que como una norma u objetivo alcanzar como un valor preciado del ser humano en perfecto equilibrio con el medio que lo rodea.
Promocion de salud. Importancia y evolución histórica.
La promoción de salud puede ser interpretada como un nuevo camino, una estrategia, una filosofía o simplemente una forma diferente de pensar y actuar para alcanzar la salud de los pueblos. Para algunos autores, es un nuevo enfoque, cualitativamente superior al tradicional de la salud pública, es incluso un nuevo paradigma. Para OMS/OPS es indistintamente “una estrategia” o una “función esencial” de la salud pública. No obstante, a pesar de las diferentes acepciones asumidas o en debate, hay consenso en que involucra a gobiernos, organizaciones sociales y las personas, en la construcción social de la salud.5,6
Los programas de promoción de salud deben promover cambios no sólo a nivel del individuo sino también en la familia y la sociedad. Todos son componentes de un sistema de factores determinantes de la salud, y no tener en cuenta este aspecto conduce a soluciones parciales, o a dejar el problema en similares condiciones.
Estas acciones encaminadas a la protección de la salud, se remontan a la antigüedad, La primera literatura que se conoce respecto al tema es el libro de Levítico, en el que se recogen recomendaciones esbozadas para proteger la salud de grupos humanos.7 Se trata de un enfoque, que ha evolucionado en la medida en que las definiciones relativas al proceso salud-enfermedad y sus factores condicionantes, provenientes de diferentes corrientes de pensamiento, han sido sometidas a la consideración de la comunidad científica y a la influencia de los cambios en el contexto mundial, tanto en lo económico como en lo social, que favorecen o dañan la salud.5,6
A finales de la década del 80 del siglo XX, en 1986, se celebra la Primera Conferencia Internacional sobre Promoción de Salud, en Ottawa, Canadá, donde se elabora el documento conocido como la Carta de Ottawa, que establece áreas para desarrollar la promoción de salud , surge el concepto de promoción de salud y es allí donde se define, además se señala a la educación entre las condiciones y requisitos para alcanzar salud, que están vigentes hasta hoy en este campo, como son: 1) establecer una política pública saludable, 2) crear entornos que apoyen la salud, 3) fortalecer la acción comunitaria para la salud, 4) desarrollar las habilidades personales, y 5) reorientar los servicios sanitarios.5-7
Los encuentros posteriores de Promoción de Salud en 1988 en Adelaida y en 1991 en Sundsvall, Suecia, buscaron subrayar las recomendaciones hechas en el primero.5
Son Yakarta en Indonesia, 1997 y México, 2000 quienes celebraron la IV y V conferencias internacionales sobre Promoción de Salud. La del ’97 abogó por “Nuevos actores para una nueva era: llevar la promoción de salud hacia el siglo XXI”, enfatizó en la equidad y la participación social. La de inicios del siglo, bajo el lema “Promoción de la Salud: “hacia una mayor equidad”, enfatizó en un continente más saludable, más espacios en las agendas políticas y programas locales, y es allí donde tiene lugar la declaración ministerial “de las ideas a la acción”.5-8
En el marco histórico-social en que se desarrolla la sociedad cubana contemporánea, es voluntad política hacer cumplir las cinco áreas de acción prioritaria, contempladas en la Carta de Ottawa para la promoción de la salud.4
En el contexto escolar constituyen antecedentes de la promoción de salud la mención que se hace al papel de la escuela en el Informe del Comité de Expertos, creado por la OMS, en Educación Sanitaria en París en 1953, el cual se reúne en 1966 y como un medio para promover salud, elabora el libro titulado: “Planificación de la Educación Sanitaria en las Escuelas”. Entre las décadas de los años 60 al 90 se inicia con seriedad y compromiso el tratamiento a la educación para la salud a través de asignaturas, especialmente en aquellas del área de las ciencias naturales.7
Según organizaciones internacionales de salud la promoción de la salud implica una manera particular de colaborar que cumple varios principios:
Promover salud es posible dándole a los pueblos los conocimientos, las vías y desarrollándoles la capacidad necesaria para buscar formas y adoptar comportamientos sanos, tarea en la que la escuela juega un importante papel y para la cual cuenta, en Cuba, con el compromiso, la influencia y las decisiones políticas del Estado y sus instituciones.7 Actualmente, la promoción de la salud en el entorno escolar se reconoce como una forma efectiva de intervención para mejorar la salud, para hacerle frente a los grandes desafíos sanitarios del mundo actual.11
Los mismos pueden ser aplicados en los distintos niveles del sistema educacional desde la etapa preescolar hasta las educaciones media y superior, con los contenidos básicos, específicos, ajustados a cada etapa de la vida. Permite promover en los niños y las niñas no sólo conductas y hábitos saludables, sino también capacitarlos desde edades tempranas para abordar los problemas de salud con una perspectiva crítica y transformadora.11,12
Algunas experiencias llevadas a cabo, muestran que los niños, con ayuda de los adultos, son capaces de identificar y proponer alternativas a problemas de salud.13 De esta forma se estarían dando los primeros pasos como elementos activos en la solución de problemas de salud.
Las acciones de promoción en el ámbito escolar fomentan los estilos de vida sanos, el buen desarrollo de la personalidad, la formación de hombres y mujeres capaces de enfrentar los retos del mundo actual, con valores ético-morales mundialmente aceptados, utilizando el conocimiento científico en favor de la humanidad y con capacidad para elevar la calidad de vida, propiciando que todo ello apunte a un desarrollo sostenible.11,12,14
Por otra parte, el tema de la salud como aporte o condición para el aprendizaje y como resultado de una educación eficaz y de calidad es debatida con fuerza en Dakar, 2000, donde además se promulga como colaboradora con la educación para lograr los objetivos de la educación para todos.
En 2005, la Carta de Bangkok, Tailandia, aboga por “la promoción de salud en un mundo globalizado” y promociona la salud como derecho fundamental de todo ser humano sin discriminación alguna, la promoción de salud para capacitar a las personas sobre como ejercer un mayor control sobre los determinantes de su salud y mejorar así esta.5
Para lograr este objetivo se necesita alcanzar una verdadera educación en salud la cual se logra cuando los conocimientos se convierten en prácticas sistemáticas y conscientes encaminadas a proteger la salud.
Educación para la salud una actividad importante a desarrollar desde el ambito escolar
La OMS define la Educación para la Salud como la "disciplina que se ocupa de iniciar, orientar y organizar los procesos que han de promover experiencias educativas, capaces de influir favorablemente en los conocimientos, actitudes y prácticas del individuo, colectivo y la comunidad conrespecto a la salud”.15
Se coincide con los autores que consideran que la educación para la salud como parte del sistema de preparación de la personalidad de niños y niñas debe explotarse al máximo, hacer uso de todas las posibilidades de la tecnología de la información de que se dispone; que se debe considerar la promoción y educación para la salud en el seno familiar como una prioridad en la formación de los hijos.16
La determinación de las necesidades de aprendizaje o educativas es sin lugar a dudas el primer paso para realizar cualquier actividad de educación para la salud; aunque su mayor aplicación se manifiesta en la enseñanza formal o curricular, no deja de ser un instrumento pertinente a la no curricular.15
El nuevo enfoque de la educación para la salud parte de la experiencia latinoamericana y de un proceso de análisis crítico – reflexivo y se propone avanzar retomando el movimiento de la educación popular e incorporando la investigación-acción participativa para lograr un modelo más participativo de educación de salud. La difusión de los conocimientos debe partir del intercambio de saberes entre la población y los técnicos y no sólo la transmisión unilateral de mensajes.17
Se considera como un fenómeno pedagógico e implica la existencia de un proceso de enseñanza aprendizaje cuya efectividad depende de la creación de objetivos educativos, adaptados a las características individuales de las personas a las que se dirige la educación y de la disponibilidad de recursos educativos necesarios para este fin. Es un proceso que se construye en función de las experiencias personales y que cuando es significativo, produce un cambio, duradero en la forma de actuar, pensar y sentir de las personas.12,18
En opinión de los autores si no se logra que el individuo se sientan responsable de las acciones de salud y se considere un elemento activo en el desarrollo de las misma no se podrán lograr cambios sostenidos encaminados a desarrollar hábitos y estilos de vida saludables que permitan influir de forma positiva en la calidad de vida de las personas.
El proceso de educar es un proceso de socialización y desarrollo tendente a conseguir la capacitación del individuo para desenvolverse en su medio, facilitándole las herramientas para la gestión de su propia realidad y la intervención activa en los distintos escenarios sociales. En el caso particular de la educación para la salud supone facilitar el aprendizaje dirigido a conseguir cambios en los comportamientos perjudiciales para la salud o mantener los que son saludables.19 Entre los escenarios sociales por excelencia para el desarrollo de estas actividades se encuentra el sistema escolar, considerando cada escuela como un centro promotor de salud.
La escuela como marco ideal para promover salud
La escuela cubana de hoy está en constante transformación y toda la labor que se realiza en su seno interesa a los jóvenes estudiantes, a los profesores e incluso a los familiares. Los procesos educativos que en ella se desarrollan buscan que cada joven se apropie de un sistema de valores, que rija su vida en correspondencia con los ideales que sustenta la sociedad revolucionaria cubana.14
Conservar el estado de salud de la población depende de la interrelación de varios sectores.4
En ocasiones es subvalorado el aporte que pueden hacer la escuela y los educadores en la cultura sanitaria. En este sentido de la política educacional actual en relación con el trabajo de atención a la salud en las instituciones docentes, presupone la definición de una concepción pedagógica para el trabajo de educación y promoción de la salud que se realiza desde las instituciones del Sistema Nacional de Educación.4,16
Uno de los aspectos a enfatizar en la promoción de salud es el autocuidado, definiéndose como el conjunto de acciones y decisiones que toma una persona para mantener y mejorar su estado de salud, prevenir, diagnosticar y atenuar el impacto negativo de la enfermedad.20
Expertos del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño consideran que la escuela necesita niños y niñas aptos para aprender, educables y suficientemente sanos para insertarse y tener resultados en el proceso docente; y sustentan que la sociedad se transforma mejor por ciudadanos informados, con hábitos y habilidades suficientes para participar activamente en los diferentes procesos económicos, políticos y sociales que aseguran la calidad de vida y estilos de vida cada vez más sanos.4
El escenario por excelencia para la educación en salud es el sistema escolar. En este campo los países avanzan en la implantación de convenios y pactos sociales entre el sector educativo y el de la salud. La motivación para realizar programas en este sentido parte del reconocimiento de que los niños y jóvenes son los actores sociales del mañana y el sistema escolar es una instancia donde ellos tienen acceso a la información y al conocimiento que necesitan para construir hábitos de vida saludables y constituye un buen camino para la educación familiar.11
En Cuba, este trabajo encuentra oportunidades y condiciones excepcionales porque la escuela funciona como sistema abierto y centro cultural más importante de la comunidad, es una institución con objetivos estratégicos bien definidos que agrupa y ordena una serie de elementos personales, materiales, técnicos, metodológicos y posee medios específicos para conseguir esos objetivos entre los que se destaca la educación del comportamiento humano para desarrollar estilos de vida saludables.2
Se hace necesario señalar que la educación sanitaria no es tarea exclusiva de la administración educativa implica también al profesorado de los centros ordinarios, a los profesionales de los servicios de orientación educativa y de los centros sanitarios y a los representantes legales del alumnado.
Sólo con la colaboración y coordinación de todos los que intervienen en la atención educativa y sanitaria de este alumnado es posible ofrecer una respuesta educativa y asistencial con la calidad que la infancia y la adolescencia requieren.21
Un pilar básico para la organización de dicha respuesta es la información. Tener un conocimiento adecuado de las características de cada enfermedad, de la repercusión que ésta tiene sobre la vida del alumno o alumna y de las atenciones que en el centro educativo se han de prestar es fundamental para organizar la atención educativa del alumnado.
La orientación a grupos concretos de población, permite una adecuada focalización de los problemas de salud que afectan a determinada comunidad, orientando la misma a la participación comunitaria y la educación para el empoderamiento social y así fomentar cambios en los determinantes estructurales y los relacionados con la independencia funcional y equidad.22
La educación para la salud, se desarrolla en los escenarios donde se han identificado las necesidades sentidas o reales de la población. Son ejemplos de ello la educación sexual, contra el tabaquismo, el alcoholismo y otras drogas, en los centros escolares; la lactancia materna, la alimentación de los ancianos, la educación para el control de las enfermedades no transmisibles, en los centros de salud; la protección e higiene del trabajo, la alimentación, las enfermedades profesionales, en los centros de trabajo, por sólo nombrar algunos temas.15
Por eso el sistema escolar, además de ser un marco propicio para que puedan llevarse a cabo intervenciones eficaces y económicas contra muchas enfermedades específicas, constituye el entorno ideal para introducir información a través del propio estudiantado, porque el aprendizaje no constituye una simple repetición del conocimiento sino su interiorización, dominio, apropiación de algo que tiene para la persona un sentido y así, ya incorporado ese conocimiento a su acervo cultural y vital, pueda actuar como multiplicador y facilitador de esa instrucción de educación para la salud.9
Las acciones de promoción de la salud que se instrumenten en el Sistema Nacional de Educación se deben corresponder con estrategias que satisfagan las exigencias de la sociedad a la escuela, por la relación que guardan con las metas educativas planteadas para la formación de las jóvenes generaciones, porque influye en los conocimientos, concepciones, valores y conductas de los individuos de forma sistemática.2 Un pilar importante en el desarrollo de estas actividades son los promotores de salud, los cuales se encuentran insertados en cada uno de los centros del sistema educacional del país.
Los promotores de salud. Un eslabón decisivo en la promoción de salud desde las escuelas.
¿Qué son los promotores de salud?
Son personas de la comunidad que se capacitan bajo el método científico para promover conductas de autocuidado, promoción y prevención; que ofrecen la información necesaria sobre temáticas vinculadas a la salud y generan una red que multiplica las conductas saludables. Son el nexo entre la comunidad y el equipo de atención primaria de salud (APS), desempeñándose como agentes sanitarios.23 Específicamente en el sistema educacional forman parte del claustro de profesores, proveniente de diferentes especialidades que además de los conocimientos pedagógicos propios de su formación deben desarrollar una cultura sanitaria que les permita desarrollar actividades encaminadas a fomentar hábitos y estilos de vida saludables.
Por eso el sistema escolar, además de ser un marco propicio para que puedan llevarse a cabo intervenciones eficaces y económicas contra muchas enfermedades específicas, constituye el entorno ideal para introducir información a través del propio estudiantado, porque el aprendizaje no constituye una simple repetición del conocimiento sino su interiorización, dominio, apropiación de algo que tiene para la persona un sentido y así, ya incorporado ese conocimiento a su acervo cultural y vital, pueda actuar como multiplicador y facilitador de esa instrucción de educación para la salud.9,12,16,24
Las características del sistema educacional cubano de ser gratuito y de libre acceso garantizan que a totalidad de los niños y niñas en edad escolar accedan a él, aspecto que constituye una fortaleza para el desarrollo de políticas de salud en el país. De esta forma se garantiza que los promotores de salud enclavado en cada uno de los centros educacionales puedan contribuir a crear hábitos y estilos de vida saludable.
Crear personas dotadas de conocimientos y habilidades para desarrollar una vida sana es más efectivo y menos costoso que modificar conductas arraigadas y trasmitidas de generación a generación, de padres a hijos o influenciadas por el entorno social en que el individuo se desarrolla. En el sistema educacional cubano el promotor es la persona encargada de rectorar esta tarea, en el claustro de cada centro diseñado para los diferentes niveles del sistema educacional cubano, y garantizar que se le de salida al programa de prevención y educación para la salud por la vía curricular y extracurricular. Los equipos básicos de salud enclavados en la comunidad, reforzando la intersectorialidad en las tareas de promoción pueden servir de apoyo a dicho programa.
En el momento actual sólo se tiene dos opciones crear versus modificar estilos de vida. Se comparte el criterios de quienes apoyan mediante la promoción el desarrollo de actividades protectoras de salud desde etapas iníciales de la vida.25 Se persigue formar a jóvenes dotados de espíritu crítico, capaces de reflexionar sobre los valores, la situación social y los modos de vida que favorecen la salud y el desarrollo humano.
CONCLUSIONES
Las actividades de promoción y educación para la salud se han convertido en herramientas imprescindibles para mejorar la calidad de vida de los pueblos, sobre la premisa de que es mejor y menos costoso crear hábitos y estilos de vidas saludables que modificarlos. El sistema educacional en interrelación con otros sectores de la sociedad brindan el marco ideal para fomentar hábitos y estilos de vida saludable desde etapas iníciales de la vida, formando individuos responsables y participativos en los cuidados de su salud. Para ello los promotores de salud del sistema educacional constituyen el eslabón fundamental
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Recibido: 5 de octubre del 2014
Aprobado: 3 de enero del 2015
Bárbara B. Rodríguez Carrasco. Especialista de I y II Grado en Medicina Interna. Máster en Enfermedades Infecciosas.Investigador Auxiliar. Profesor Auxiliar. Policlínico Universitario “Luis Li Trijent”, Facultad de Ciencias Médicas de Mayabeque, Güines, Cuba. Correo electrónico: bcarrasco@infomed.sld.cu